Honrando a nuestra Afrodita interna

Afrodita es la diosa griega del amor, la belleza, el deseo, la sensualidad, la fertilidad y el erotismo.

 

Muchas veces, nuestra Afrodita interna ha sufrido a causa de las experiencias de la vida, de mal usar nuestra energía, de no ser del todo conscientes de la atracción que ejercemos sobre el otro, o simplemente hemos puesto sobre ella un juicio moralista adquirido. 

 

Quizás no hemos tenido acompañamiento para contextualizar algunas experiencias, y esto ha originado conflictos con nuestra Afrodita interna.

 

Identificar esa energía en nosotras, y ver cómo nos relacionamos con ella, puede ser un trabajo muy liberador. Nos puede devolver una preciosa energía que tenemos amordazada.

 

Quizás Afrodita despertó en ti antes de que tú fueses consciente de su poder sobre la atracción o deseo de otras personas, y recibiste una atención que ni deseabas, ni entendías. Si te pasó esto, a lo mejor de forma inconsciente (o consciente) decidiste alejar esa energía de ti.

 

Amordazaste a la Diosa y la vestiste de harapos para no volver a recibir ese tipo de atención más.

 

Quizás te diste cuenta de ese poder y te gustó.  A lo mejor lo utilizaste de forma poco consciente y eso atrajo hacia ti un tipo de relaciones que no te nutrían en lo esencial.  Puede que te acostumbrases a relacionarte de esa forma.

 

 

Es posible que Afrodita despertase en ti de forma arrolladora, y desde la inocencia te entregases a ella.   Quizás recibiste una oleada de juicios y etiquetas (por ellos, y por ellas) que te hicieron sentir con poco valor, no respetada o indigna. Si te pasó eso, a lo mejor decidiste rechazar esa energía en ti, porque creías que así serías respetable y digna de amor sincero.

 

Puede que tu entorno fuera demasiado moralista y restrictivo. Tanto como para no dejar que esa energía eclosionase, y ese bloqueo adoptó la forma de juicio visceral hacia las Afroditas de otras mujeres.

 

Quizás viviste tu Afrodita de una forma equilibrada, amorosa y respetuosa, en los lugares y tiempos armónicos, y esta energía en ti está sana y libre de cargas y estigmas.

 

En mi experiencia, este último caso es el menos frecuente.

 

¿Te has parado a mirar cómo lo has vivido tú?

 

En el transcurso de mis experiencias vitales he pasado por casi todas las etapas. Me he vestido con “un saco” para no atraer miradas. He disfrutado de la seducción y el placer sin mañana ni memoria. Hasta terminé metiendo a Afrodita en un armario y tiré la llave, para abrazar una espiritualidad mal entendida.

 

Después de un tiempo trabajando con la energía femenina, llegó el momento de equilibrar y sanar esa parte de mí. Integrar de forma sana a la Diosa que nos abre a la creatividad, la belleza, el erotismo, el disfrute, el placer y, por supuesto, al amor.  Principalmente al amor hacia ti misma.

 

Abrazar tu afrodita interna es algo para ti,y tu estar en la vida desde el placer y la belleza.

 

Al integrarla de forma equilibrada y sin juicio, le das el lugar de honor que le corresponde, y te lo das a ti.

 

Trabajamos esto en todos los Talleres relacionados con la energía Femenina, como el de “Reconexión íntima con el huevo mineral vaginal”,  "Amando mi cuerpo, Mi cuerpo es inocente, sagrado y merece placer" , "Reconociendo mi Energía de Vida, otra forma de vivir mi sexualidad".

 

Si quieres conocer algo más sobre los procesos vitales transitados para llegar hasta aquí, puedes hacerlo en este enlace, donde comparto desde un lugar más íntimo y vulnerable.

 

 

Crea tu propia página web con Webador